
Difícil convivencia entre criadores de renos y el ejército en el Ártico finlandés

La creciente presencia militar en el Ártico se convirtió en un verdadero problema para algunos criadores de renos del norte de Finlandia, ya que altera a los animales y debilita los ingresos de sus propietarios.
Un avión de combate atraviesa el cielo gris. Su estruendo rompe la tranquilidad del bosque boreal cerca de Kemijärvi, donde la presencia de soldados es ya tan común como la de los renos en pastoreo.
"La actividad militar aumentó considerablemente desde que Finlandia se unió a la OTAN", señala el criador de renos Kyösti Uutela, mostrando a la AFP Rovajärvi, el mayor campo de entrenamiento de artillería de Europa occidental, situado a unos cien kilómetros de la frontera rusa.
Con una superficie de 1.070 km², el campo de tiro, creado en 1949, se encuentra en tierras que también forman parte de la zona de cría de renos que dirige Uutela.
Finlandia, que comparte 1.340 kilómetros de frontera con Rusia, puso fin a décadas de no alineamiento militar al unirse a la OTAN en 2023.
En 2024 también implementó un acuerdo de cooperación en defensa (DCA) con Estados Unidos.
"Las actividades de formación y los ejercicios se intensificaron desde el inicio de la guerra en Ucrania", debido al deterioro de la situación de seguridad, confirmó el ejército finlandés a la AFP por correo electrónico.
"Esto se refleja en Rovajärvi", añadió, destacando que el campo de tiro ofrece oportunidades únicas de entrenamiento militar por su tamaño, terreno y variedad de condiciones climáticas.
En 2024 el país nórdico participó en 103 ejercicios militares dentro y fuera de Finlandia, frente a solo 89 de 2023.
- Pastos destruidos -
Desde la cima de una pequeña colina donde el bosque fue completamente talado y se cavaron trincheras para el entrenamiento de soldados, Uutela constata que la colina "se perdió" como pastoreo.
"El uso de tanques pesados y la presencia de miles de soldados en el bosque destruyen los pastos de líquenes", principal fuente de alimento de los renos, alerta.
Finlandia cuenta con 4.305 criadores de renos y 183.832 renos distribuidos en 57 distritos de cría que cubren 36% del territorio nacional.
La carne y productos derivados constituyen su principal fuente de ingresos.
Durante generaciones la cría de renos fue parte integral de la cultura indígena sami, practicada como un medio de subsistencia tradicional seminómada en su tierra natal de Sápmi, que abarca el norte de Finlandia, Suecia, Noruega y Rusia.
En Finlandia también hay criadores de renos no samis, como en la zona cercana al campo de tiro de Rovajärvi.
Según Riikka Poropudas, criadora de renos del distrito, el aumento de la presencia militar obliga a alimentar a los renos en zonas valladas con más frecuencia que antes.
Le preocupa que un gran ejercicio de combate con fuego real en mayo, con la participación de unos 6.500 soldados finlandeses, suecos y británicos, perturbe a sus renos, ya que la temporada de partos alcanza su punto máximo a mediados de mayo.
"Estas actividades estresan a las hembras y a las crías recién nacidas, alejándolas de sus pastos naturales", afirma.
Según el ejército las necesidades de los criadores de renos "se tienen en cuenta en la planificación de los ejercicios en cuanto a horarios y ubicaciones", y las fuerzas armadas dicen estar en contacto diario con ellos.
- Planificar los ejercicios -
El calentamiento global y los cambios en el uso del suelo –incluida la militarización– plantean desafíos para la cultura indígena y la cría de renos como medio de subsistencia para unos 1.200 samis, subraya Tuomas Aslak Juuso, presidente en función del Parlamento Sami de Finlandia.
"Nuestro modelo de cría de renos depende completamente de que los animales puedan alimentarse libremente en pastos naturales", destaca.
Un gran ejercicio militar internacional llevado a cabo en la región finlandesa de Sápmi en 2023 fue "una experiencia negativa", relata.
"Los criadores locales no fueron informados con antelación, las condiciones de pastoreo se deterioraron y los tractores dañaron la capa de líquenes, que podría no volver a crecer nunca", añade.
Los pueblos indígenas tienen derecho al "consentimiento previo, libre e informado" para cualquier actividad que afecte a sus territorios o a sus derechos humanos, incluidos los ejercicios militares, recuerda el representante sami.
S.Yang--SG