
Para las víctimas de las inundaciones de Nigeria es la peor catástrofe que se recuerda

Era un jueves como tantos otros. Adamu Yusuf se dirigía por la mañana al mercado de Mokwa, en el centro de Nigeria, cuando oyó los gritos de su vecino: la crecida de las aguas arrasaba la ciudad.
Las inundaciones en Mokwa son las peores que se recuerdan en esta zona del centro del país africano, con un balance que supera los 150 fallecidos y cientos de desaparecidos.
No es la primera vez que las lluvias torrenciales se acumulan en las colinas de barro sobre las que se levantan las vías, pero sí han sido las más mortíferas.
El cambio climático aumenta los fenómenos extremos, pero esta tragedia revela también fallos humanos.
Según los habitantes contactados por AFP, el agua subía desde hacía días detrás de una vía férrea abandonada cerca de la ciudad.
En tiempos normales, la subida de aguas se evacúa por unas canalizaciones situadas en unas colinas que desembocan en un estrecho canal. Pero el jueves, los residuos obstruían estas salidas y bloquearon la evacuación hasta que los muros de arcilla se agrietaron.
El agua irrumpió entonces en el barrio y, en pocas horas, lo hizo desaparecer.
Desde entonces, voluntarios y rescatistas buscan cuerpos en la zona. Han encontrado fallecidos a hasta 10 km del lugar, arrastrados por el río Níger.
Yusuf luchó para salvar a su familia, hasta que la crecida se lo llevó.
Cuando se despertó en el hospital, le anunciaron que su mujer, su hijo, su madre y otros familiares --nueve en total- habían sido arrastrados por la corriente.
Sólo se recuperó un cuerpo.
"No sé quién me rescató", dice Yusuf, de 36 años, a AFP, desde el lugar donde otrora estaba su casa. Cerca de él, varios vecinos, entre ellos niños de 10 años, buscan cuerpos entre los escombros.
Un olor pestilente flota en el aire debido, según los habitantes, a los cadáveres en descomposición atrapados en el lodo.
La única excavadora operativa en la zona arrastra piedras para reforzar un pequeño puente en el límite del barrio, derrumbado por las inundaciones.
"Nunca vi nada igual en mis 42 años de vida", dice Adamu Usama, un ingeniero civil que asegura haber perdido a 10 miembros de su familia política en la crecida.
Su caso se salvó de milagro.
"Vimos cómo el agua se llevaba a la gente, pero no pudimos salvarla porque no sabemos nadar", se lamenta.
- Dudas en el balance -
Unos días antes, la agencia meteorológica nigeriana había advertido de posibles inundaciones repentinas en 15 de los 36 estados de Nigeria, incluido Níger, entre el miércoles y el viernes.
Las inundaciones en Nigeria tienen consecuencias cada vez peores debido a un sistema de drenaje defectuoso, a la construcción de casas en zonas inundables y al vertido de residuos en alcantarillas y canales.
En 2024, las inundaciones mataron a 321 personas en 34 de los 36 estados de Nigeria, según la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA).
El número de muertos de Mokwa amenaza con superar esta cifra.
Según las autoridades del estado de Níger, las inundaciones causaron 153 muertos en Mokwa el domingo. Todos fueron enterrados.
Pero los vecinos y los líderes de las comunidades afirman que el balance es muy peor.
"Cualquiera que diga que ese es el número de muertos no hace más que especular", dice Saliu Adamu, un vecino de 45 años.
Aunque el presidente Bola Tinubu afirmó que las fuerzas de seguridad participaban en las labores de rescate, sólo unos pocos soldados y policías se encontraban en el lugar el domingo por la tarde, principalmente para regular el tráfico interrumpido por el puente dañado.
El gobernador del estado, Mohammed Umar Bago, se encuentra en Arabia Saudita para la peregrinación del hach. Los residentes indicaron de que su adjunto, Yakubu Garba, ha visitado el lugar.
Muchas personas que han perdido familiares y bienes siguen esperando ayuda.
B.Lee--SG